Declaración
Política. Congreso Nacional del Partido GEN
Compromiso por la
Igualdad
Asumiendo los desafíos que nos
plantea la realidad presente y la necesidad de trabajar para alcanzar un orden
justo que ofrezca condiciones y garantías para el desarrollo individual y
colectivo en condiciones de igualdad;
Creemos que la política es la
herramienta insustituible para ampliar la autonomía y la libertad de las
personas; es una tarea cargada de futuro,
que se debe expresar a través de las responsabilidades públicas y del
estado, para achicar las brechas existentes asegurando las de cada mujer y de
cada hombre de nuestro país en la elección y la capacidad de llevar adelante su
plan de vida individual y colectivo.
Reconocemos que estamos inmersos -a
nivel global, nacional y local-, en un orden social injusto que reproduce desigualdades en el acceso a derechos, asignación de prioridades,
reconocimiento de esfuerzos y potenciación de las capacidades en una forma de sociedad
donde la apropiación del poder, en todas sus formas, por parte de minorías
concentradas, diluye el proyecto democrático e instituye formas sistemáticas de
desprecio y maltrato.
Reafirmamos que no se trata de
igualar ingenuamente oportunidades, cuando todo el sistema social impone desde
la cuna un derrotero personal, familiar y colectivo que destruye las
voluntades, inhibe comportamientos amigables y fomenta un sálvese quien pueda,
donde pierden los más débiles; y las desigualdades son el correlato de la
concentración de poder económico, político, cultural o simbólico que determina
las condiciones de vida y el futuro.
Combatir y erradicar las desigualdades,
no son prioridades del conservadorismo y la derecha; pero es una tarea
prioritaria para quienes en serio defienden las libertades personales y sociales.
Pero no bastan buenas intenciones, denuncias o lamentaciones. Defender y
ampliar libertades obliga a construir coaliciones sociales y políticas que se
propongan alcanzar la justicia y la equidad. Las meras invocaciones al respeto,
la decencia y el buen trato, se muestran como burlas infames si los resultados
no se manifiestan en la transformación estructural de las condiciones de vida
de los sectores más vulnerables. Cada desigualdad es un atentado a la libertad.
Sostenemos nuestras ideas en un
conjunto de principios y valores que se expresan en un programa. Y creemos en
la eficacia de un Frente con sólidos acuerdos y compromisos, nos permitirá
llevarlos a la práctica.
Por todo esto el Congreso
Nacional del Partido GEN convoca a la construcción colectiva de un pacto por la
igualdad, para transformar profundamente el orden social, asegurar derechos y
el acceso a la felicidad del pueblo.
Ese pacto implica:
1) La
reconciliación de los derechos con la ley, de ésta con la justicia y de ambos
con la vida cotidiana desde la perspectiva de quienes se ven negados de
derecho, de ley y de justicia.
2) La
garantía de que la distribución del ingreso y el trabajo no serán mecanismos de
reproducción y ahondamiento de las desigualdades; para lo cual es necesario
combatir la corrupción y la especulación; la extrema e injustificada riqueza; los
comportamientos rentísticos; el trabajo intermitente e ilegal; la explotación y
la desprotección de los trabajadores, el cercenamiento de sus derechos y
libertades. Promovemos un estado que garantice umbrales de dignidad, sin
manipulación ni utilización de las necesidades; pasando de la sociedad
clientelar a la construcción de una ciudadanía con derechos.
3) El
acceso de todas las personas tanto varones como mujeres, a la educación, a la
salud. A la vivienda y todos los derechos en plenitud que ello implica.
4) La
conservación, la recuperación y el cuidado de los recursos naturales y el medio
ambiente para las generaciones presentes y futuras, que no pueden ser
cuestiones a las que se alcanza por el mercado y se diferencian por el dinero.
5) El
territorio como ámbito del desarrollo de las posibilidades y no como cárcel de
las necesidades.
6) El
haber nacido, antes o después, mujer o
varón, hace a cada uno acreedor de su tiempo histórico por ello hay que
integrar y promover las formas de reconocimiento de la diversidad. Pero no
basta con reconocer la diversidad hay que entenderse con políticas que
erradiquen la violencia y la discriminación entre y dentro de géneros, edades y
procedencia. La diversidad con promoción es pluralismo, sin promoción es
abandono.
7) La
defensa de la libertad y la justicia obliga a reafirmar nuestra concepción de
que sin ellas no hay seguridad. Pero a la vez afirmamos la necesidad de contar
con una seguridad universal, democrática y sin violencia ni fuerzas de
seguridad ni política que busquen financiamiento en el delito.
8) Necesitamos
recuperar el significado y el valor de las palabras, a través de políticas que
garanticen la participación, el acceso a la información, la transparencia de
las decisiones públicas y el papel de la comunicación en la interrelación de la
sociedad y los poderes.
9) Establecer
una nueva forma de producir y distribuir la riqueza implica iniciar la
transición desde una sociedad desigual, asentada en el consumo privado de
bienes, que usa a la extenuación de la naturaleza y a la explotación del
trabajo, para ir hacia una sociedad igualitaria, en progreso, más austera, con
más y mejores bienes púbicos. En definitiva una sociedad que reforme al estado,
gobierne los mercados y potencie las capacidades de su pueblo, garantizando
derechos en condiciones de igualdad.
Proponemos, sin más pero tampoco
sin menos, construir estos pactos de
derechos y obligaciones, en una tarea común, sistemática y eficaz. Proponemos
una agenda de futuro, un acceso a honrar la vida.