ENTRE RIOS: INSEGURA Y VIOLENTA.
La
provincia está azotada por el delito. Y no es patrimonio exclusivo de las
ciudades más pobladas. Hoy no hay localidad, chica, mediana o grande en la que
no se padezca la delincuencia. En las zonas rurales ya no solo hay abigeato
sino que también han comenzado a aparecer otras modalidades delictivas.
Esta
lamentable realidad que sólo conmueve a las autoridades cuando se produce algún
caso resonante, es fruto de la negligencia acumulada durante años. Se ha
tardado siete años en implementar el nuevo Código de Procedimiento Penal en
toda la provincia. A ochos años de su sanción, la ley del sistema 911 sólo se
aplica en Paraná. La llamada ley del narcomenudeo que tiene siete años de
sancionada no se puso en vigencia deliberadamente. Entre Ríos ocupa el cuarto
lugar en el país en la tasa de homicidios dolosos y el mismo lugar en materia
de femicidios. Alarma que año a año aumentan las causas por delitos contra la
propiedad (robos y hurtos) mientras crecen los delitos sexuales y contra la
mujer. El narcotráfico está presente en todos lados, no sólo transitando cada
vez más por la provincia con destino a otros lugares, sino vendiendo drogas,
desembozadamente, en barrios, plazas y hasta cerca de escuelas. No se puede
ocultar que se hacen menos denuncias por la pérdida de confianza de la
población en sus autoridades policiales y judiciales, mientras se maquillan las
estadísticas para encubrir la realidad. La policía está ganada por el desánimo,
frustrada y engañada por el gobierno. La justicia no está a la altura de las
circunstancias. . Las cárceles, viejas y disfuncionales, están superpobladas.
En su mayoría, los presos son jóvenes, sin educación y sin trabajo. Y a más de
diez años de implementar políticas sociales asistencialistas, está demostrado que
no han servido para prevenir y evitar las causas económico-sociales del delito.
La violencia está presente y latente en todos lados.
Esta
es la Entre Ríos
real y no la que imagina el gobernador en sus sueños presidenciales. En materia
de seguridad, como en otras, el gobierno fracasó. Hay responsabilidades
concretas que ya no se pueden disimular. Se cae la máscara y no se puede mirar
para otro lado. Sufrimos una tragedia cotidiana, que provoca miedo,
intranquilidad y hastío en la ciudadanía. Parece una burla que ante la
repercusión mediática que generó la detención de un chofer del gobernador
transportando droga, se haya reflotado la persecución judicial del tráfico
menor de drogas, dando media sanción a una ley que ya existía para luego dejar
todo en el olvido; al mismo tiempo se prometió la construcción de varios
centros de tratamiento para adictos y se trajo a los Ministros de Defensa y de
Seguridad de la Nación. Qué
pasó a continuación ? Ya no se habla más del tema. Tarde y a sabiendas del
impacto enorme en la cantidad de delitos que se venían cometiendo usando motos,
se lanza un operativo en toda la provincia, que está dando buenos resultados y
que debe mantenerse para que no sea otra medida espasmódica y a las apuradas
porque debe quedar en claro que, mientras tanto, los delitos no disminuyen. Por
estos días se usan menos las motos para delinquir, pero siguen los arrebatos y
los robos.
Hace
años que venimos advirtiendo sobre el problema de seguridad en la provincia.
Una y otra vez señalamos el incremento de causas penales. Hemos instalado el
tema en cuanta campaña electoral protagonizamos formulando propuestas
concretas. Jamás se nos escuchó y nunca se nos convocó para dialogar. El
gobierno ha hecho oídos sordos a los reclamos de los entrerrianos que hoy se
multiplican por toda la geografía provincial. La ineptitud política hace a los
gobernantes cómplices del delito. Su soberbia e indiferencia frente al drama de
quienes sufrimos el miedo diario y el castigo de ser robados una y otra vez,
los pone de espaldas a la sociedad y de cara a los delincuentes a a quienes
terminan dando impunidad y pase libre para seguir atacando a vecinos
indefensos, intranquilos e inseguros.-
30 de
septiembre de 2014.
Partido GEN de Entre Ríos (en el Frente Amplio UNEN).
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