23 septiembre 2014

Declaración Política. Congreso Nacional del Partido GEN
Compromiso por la Igualdad
Asumiendo los desafíos que nos plantea la realidad presente y la necesidad de trabajar para alcanzar un orden justo que ofrezca condiciones y garantías para el desarrollo individual y colectivo en condiciones de igualdad;
Creemos que la política es la herramienta insustituible para ampliar la autonomía y la libertad de las personas; es una tarea cargada de futuro,  que se debe expresar a través de las responsabilidades públicas y del estado, para achicar las brechas existentes asegurando las de cada mujer y de cada hombre de nuestro país en la elección y la capacidad de llevar adelante su plan de vida individual y colectivo.
Reconocemos que estamos inmersos -a nivel global, nacional y local-, en un orden social injusto que reproduce  desigualdades en el  acceso a derechos, asignación de prioridades, reconocimiento de esfuerzos y potenciación de las capacidades en una forma de sociedad donde la apropiación del poder, en todas sus formas, por parte de minorías concentradas, diluye el proyecto democrático e instituye formas sistemáticas de desprecio y maltrato.
Reafirmamos que no se trata de igualar ingenuamente oportunidades, cuando todo el sistema social impone desde la cuna un derrotero personal, familiar y colectivo que destruye las voluntades, inhibe comportamientos amigables y fomenta un sálvese quien pueda, donde pierden los más débiles; y las desigualdades son el correlato de la concentración de poder económico, político, cultural o simbólico que determina las condiciones de vida y el futuro.
Combatir y erradicar las desigualdades, no son prioridades del conservadorismo y la derecha; pero es una tarea prioritaria para quienes en serio defienden las libertades personales y sociales. Pero no bastan buenas intenciones, denuncias o lamentaciones. Defender y ampliar libertades obliga a construir coaliciones sociales y políticas que se propongan alcanzar la justicia y la equidad. Las meras invocaciones al respeto, la decencia y el buen trato, se muestran como burlas infames si los resultados no se manifiestan en la transformación estructural de las condiciones de vida de los sectores más vulnerables. Cada desigualdad es un atentado a la libertad.
Sostenemos nuestras ideas en un conjunto de principios y valores que se expresan en un programa. Y creemos en la eficacia de un Frente con sólidos acuerdos y compromisos, nos permitirá llevarlos a la práctica.
Por todo esto el Congreso Nacional del Partido GEN convoca a la construcción colectiva de un pacto por la igualdad, para transformar profundamente el orden social, asegurar derechos y el acceso a la felicidad del pueblo.
Ese pacto implica:
1)      La reconciliación de los derechos con la ley, de ésta con la justicia y de ambos con la vida cotidiana desde la perspectiva de quienes se ven negados de derecho, de ley y de justicia.
2)      La garantía de que la distribución del ingreso y el trabajo no serán mecanismos de reproducción y ahondamiento de las desigualdades; para lo cual es necesario combatir la corrupción y la especulación;  la extrema e injustificada riqueza; los comportamientos rentísticos; el trabajo intermitente e ilegal; la explotación y la desprotección de los trabajadores, el cercenamiento de sus derechos y libertades. Promovemos un estado que garantice umbrales de dignidad, sin manipulación ni utilización de las necesidades; pasando de la sociedad clientelar a la construcción de una ciudadanía con derechos.
3)      El acceso de todas las personas tanto varones como mujeres, a la educación, a la salud. A la vivienda y todos los derechos en plenitud que ello implica.
4)      La conservación, la recuperación y el cuidado de los recursos naturales y el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras, que no pueden ser cuestiones a las que se alcanza por el mercado y se diferencian por el dinero.
5)      El territorio como ámbito del desarrollo de las posibilidades y no como cárcel de las         necesidades.
6)      El haber nacido, antes o después,  mujer o varón, hace a cada uno acreedor de su tiempo histórico por ello hay que integrar y promover las formas de reconocimiento de la diversidad. Pero no basta con reconocer la diversidad hay que entenderse con políticas que erradiquen la violencia y la discriminación entre y dentro de géneros, edades y procedencia. La diversidad con promoción es pluralismo, sin promoción es abandono.
7)      La defensa de la libertad y la justicia obliga a reafirmar nuestra concepción de que sin ellas no hay seguridad. Pero a la vez afirmamos la necesidad de contar con una seguridad universal, democrática y sin violencia ni fuerzas de seguridad ni política que busquen financiamiento en el delito.
8)      Necesitamos recuperar el significado y el valor de las palabras, a través de políticas que garanticen la participación, el acceso a la información, la transparencia de las decisiones públicas y el papel de la comunicación en la interrelación de la sociedad y los poderes.
9)      Establecer una nueva forma de producir y distribuir la riqueza implica iniciar la transición desde una sociedad desigual, asentada en el consumo privado de bienes, que usa a la extenuación de la naturaleza y a la explotación del trabajo, para ir hacia una sociedad igualitaria, en progreso, más austera, con más y mejores bienes púbicos. En definitiva una sociedad que reforme al estado, gobierne los mercados y potencie las capacidades de su pueblo, garantizando derechos en condiciones de igualdad.

Proponemos, sin más pero tampoco sin menos,  construir estos pactos de derechos y obligaciones, en una tarea común, sistemática y eficaz. Proponemos una agenda de futuro, un acceso a honrar la vida.


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